La pandemia de la covid-19 ha supuesto un obstáculo más para quienes huyen del horror, pero no ha impedido que el número de personas refugiadas aumente en los últimos años. En el caso de Navarra, un total de 902 personas están acogidas actualmente al programa de protección internacional con el que trabajan CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) y Cruz Roja, una cifra que se ha triplicado en el último año, ya que en abril de 2021 eran 289 las personas que se habían acogido al programa.
De esta manera, en el último año se han multiplicado por tres los refugiados que acoge Navarra, después de que el estallido de la pandemia impidiese a muchas personas huir de sus países de origen. No obstante, la tendencia de los últimos cinco años es al alza y el número de personas en el programa de acogida de CEAR y Cruz Roja en la Comunidad Foral ha ido incrementándose año a año, salvo en 2021 a consecuencia de la pandemia: en 2017 había en Navarra 172 refugiados; 374 en 2018; 578 en 2019; 613 en 2020; cayó a 289 en 2021; y a 2022 se llega con 902.
Asimismo, las peticiones de asilo anuales también llevan una tendencia alcista: en 2017 se tramitaron 175 solicitudes de asilo y en 2020 –último año del que se disponen datos– la cifra aumentó a 972.
186 procedentes de Ucrania
El aumento del último año responde esencialmente al descenso por la pandemia y al estallido de conflictos recientemente, como el de Afganistán o el de Ucrania, que se añaden a otros que se alargan en el tiempo como el de Siria. De hecho, si se desglosan las personas acogidas en Navarra por países de procedencia, el principal origen de personas refugiadas es Ucrania, con 186 personas que han solicitado protección. No obstante, a esa cifra hay que añadir otros 1.021 ucranianos que en el último mes han llegado a la Comunidad Foral tras la invasión de Rusia y que no se habrían acogido al programa.
Tras Ucrania, el siguiente país de origen con más refugiados en Navarra es Colombia, con 187 personas. Le siguen Afganistán con 88; Marruecos con 56; Venezuela con 52; Siria con 50; y Mali con 29 refugiados.
Acogida temporal
En el caso de las personas procedentes de Ucrania, se ha activado en toda la Unión Europea la Directiva de Protección Temporal, pensada en caso de afluencia masiva de personas. A este programa se pueden acoger nacionales ucranianos y sus familias que salieron del país después del 24 de febrero –día de inicio de la guerra– y los que se encontrasen en España –también de manera irregular– antes de esa fecha y que como consecuencia del conflicto no pueden regresar a Ucrania. También nacionales de terceros países que residieran legalmente en Ucrania. Una vez en la protección temporal, estas personas acceden a un permiso de residencia y trabajo por cuenta propia y ajena de un año de duración, prorrogable otros dos; acceso a la educación y formación profesional; ayuda social, alojamiento adecuado y atención médica.
El resto de personas refugiadas se acogen al Programa de Protección Internacional, que cuenta con tres fases: acogida de las personas, integración y autonomía, aunque hay una fase previa de evaluación y derivación de los solicitantes. En función de la vulnerabilidad, el programa tiene una duración de entre 18 a 24 meses. Entre los servicios que se les presta destacan el alojamiento; acompañamiento social; información sobre servicios y recursos sociales; información básica jurídico-administrativa; y la elaboración consensuada de un itinerario de preparación para la vida autónoma.
