Maiorga Ramrez: “Nuestra expulsin de EA solo busca impedir un congreso limpio y democrtico”

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La direccin de EA plantea la expulsin por cuatro aos de Ramirez y de otros cuatro lderes del sector crtico. La sancin ser efectiva el lunes, un da despus del congreso

pamplona– “Es un atropello”, denuncia Maiorga Ramirez (Tafalla, 1976), uno de los cinco líderes del sector garaikoetxeista a quienes la dirección de EA plantea suspender la afiliación durante cuatro años. Ramírez quiso rivalizar con Eba Blanco por la secretaría general en un proceso plagado de irregularidades que ha acabado en los tribunales y con un expediente interno de expulsión. Este domingo se celebra el congreso para renovar la dirección, y los críticos denuncian un nuevo intento de pucherazo.

¿Cómo lleva su posible expulsión?

–Soy miembro de una familia nacionalista seguidora del lehendakari Garaikoetxea y llevo militando en Eusko Alkartasuna desde hace 28 años. Así que no voy a negar que es duro y triste que me quieran echar del partido de mi infancia. Dentro de las muchas vicisitudes que me ha tocado vivir en mi vida política, esta supone para un especial dolor.

¿Cómo lo interpreta?

–Es tremendamente injusto que pretendan expulsarnos por denunciar una vulneración de derechos que han constatado los tribunales. Es perverso, porque estas tropelías solo buscan impedir un debate democrático y normalizado.

¿Qué van a hacer ahora?

–Tenemos dos opciones, o claudicar o rebelarnos. Y por compromiso, tanto con EA como con la ética política, nos vamos a rebelar. Vamos a acudir a todas las instancias que sean pertinentes en defensa de nuestros derechos fundamentales a la participación política.

¿Incluida la justicia ordinaria?

–Si no hay más remedio, sí. Y desgraciadamente no será la primera vez. Lo hicimos cuando se anuló mi candidatura a las primarias, teniendo más de 400 avales frente a los 55 de Eba Blanco. Recurrimos a la vía interna, y nos dio la razón. Recurrimos a los tribunales ordinarios y dictaminaron que se habían vulnerado mis derechos, que había que repetir esas primarias y anulaba el nombramiento de Blanco. Y esta vez también nos dará la razón.

¿Cómo se ha llegado a esto punto?

–En Eusko Alkartasuna malviven dos sensibilidades. Una que se siente cómoda con la disolución de Eusko Alkartasuna en el seno de EH Bildu y otra, en la que me incluyo, que aspira a reforzar el partido, a mantener nuestra personalidad y articularnos con EH Bildu a modo de coalición electoral.

¿Y en estas circunstancias se puede celebrar un congreso el domingo?

–Tiene un elemento sarcástico y esperpéntico que no voy a negar. De hecho la sanción entra en efecto al día siguiente del congreso, por lo que cualquier cargo interno que me pudiera conceder la militancia tendría una duración de 24 horas. Al día siguiente estaré expulsado. Es un condicionamiento claro del congreso, pero desgraciadamente no es el único. Hay cuestiones mucho más graves.

¿Cuáles?

–A día de hoy no sabemos quiénes son los compromisarios con derecho a voto ni a qué organizaciones locales corresponden. Se ha suprimido una jornada prevista del congreso sin motivo. Se nos niega el acceso a las actas de las asambleas donde se eligen compromisarios, algo que los estatutos recogen con absoluta nitidez. Ni siquiera tenemos el reflamento de participación telemática.

Han sustitutido el voto directo de la afiliación por el de compromisarios delegados. ¿Les preocupa que no haya un control real sobre las votaciones?

–Es que todo el proceso está plagado de opacidad y de irregularidades. Hay afiliados de Navarra, algunos mayores, que están recibiendo un burofax en el que se les indica que si no disponen de un correo electrónico o de herramientas telemáticas perderán su derecho a participar en el Congreso. Son cuestiones muy graves. Por eso exigimos a la dirección de que revierta estas irregularidades y aplique transparencia en un proceso democrático que es trascendental para el futuro de EA

¿Qué pasará si la dirección de Blanco se impone en el congreso?

–Vamos paso a paso. Nuestro objetivo es que el congreso se celebre con las debidas garantías democráticas.

Pero es muy posible que ese sea el escenario final.

–Estamos convencidos de que Eusko Alkartasuna debe pervivir porque un proyecto socialdemócrata abertzale es necesario para el país. Un partido con personalidad propia, que ha aportado mucho y que ha sido protagonista tanto en la pacificación como en el desarrollo social de este país. Y tiene que seguir siéndolo. Esa es nuestra convicción.

¿La situación de EA puede acabar afectando a EH Bildu en el Parlamento de Navarra, por ejemplo?

–Lo que se nos plantea es una suspensión de la militancia en Eusko Alkartasuna, y en EH Bildu convivimos personas afiliadas a los partidos y no afiliadas. Por lo tanto, entiendo que no debería afectar ni al funcionamiento del grupo parlamentario en Navarra ni tampoco a la convivencia de diferentes sensibilidades en los órganos de EH Bildu.

¿Se siente respaldado?

–La suspensión de militancia es personal, pero todo lo que hemos hecho ha sido en representación de la mayoría de los afiliados y de sus derechos. Si en algún momento me sintiese sin el aval mayoritario no tendría ánimo suficiente para seguir peleando.

¿Queda batalla entonces?

–Por su puesto. La batalla no termina hasta que EA recupere su democracia interna y un proyecto socialdemócrata y abertzale recobre el vigor, la fuerza y la personalidad que desgraciadamente la dirección nacional ha echado a perder.

“Es duro y triste que te quieran echar del partido en el que llevas militando 28 años, pero nos vamos a defender donde haga falta”

“EA es un partido que ha aportado mucho a este país y debe seguir siendo un proyecto político con identidad propia”