El Banco de ADN del Gobierno de Navarra ha identificado el cuerpo de un preso del Fuerte de San Cristóbal que participó en la fuga de 1938 y fue asesinado en Olave. Se trata de Máximo Sainz Plaza, que fue el más joven de los 206 presos abatidos en la fuga. Asimismo, se ha localizado un cuerpo en una nueva prospección realizada en el cementerio de Ansoáin.
Máximo Sainz Plaza, era natural de Desojo, donde nació en mayo de 1920, y trabajaba como carbonero en Vitoria. Allí fue detenido en septiembre de 1936, con tan solo 16 años. Ingresó en el penal del Fuerte de San Cristóbal y se sumó a la fuga del 22 de mayo de 1938. Cuatro días más tarde, recién cumplidos los 18 años, fue detenido y asesinado junto con otros quince presos, entre ellos Francisco Lecea, de Mendavia, identificado en septiembre.
El cuerpo de Máximo ha podido ser identificado gracias a los trabajos de cotejo del laboratorio genético de Nasertic con las muestras de ADN aportadas por varios familiares residentes en Vitoria, que fueron contactados por el investigador Fermín Ezkieta, ha explicado en un comunicado el Gobierno de Navarra.
La fosa de Olave es la más grande de las actuaciones realizadas en relación con la fuga del Fuerte. Se exhumó a principios de 2016, como primera actuación de los planes de exhumación del Departamento de Relaciones Ciudadanas a través de la entonces recién creada Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos.
“El 22 de mayo de 1938 se fugaron del Fuerte de San Cristóbal 795 presos, con la intención de alcanzar la frontera. Sus perseguidores emprendieron rápidamente una feroz cacería contra ellos. Varios centenares fueron detenidos y devueltos al penal, y únicamente tres llegaron a Francia. No obstante, 206 de ellos fueron asesinados en diferentes lugares en los valles al norte del monte Ezkaba, casi todos inermes y después de haber sido detenidos por sus captores”, ha recordado el Ejecutivo foral.
NUEVAS PROSPECCIONES EN LOS CEMENTERIOS DE ANSOÁIN Y BERRIOZAR
Esta identificación ha coincidido en el tiempo con la puesta en marcha del Plan de Exhumaciones de 2022 por parte del Departamento de Relaciones Ciudadanas. El plan, impulsado por la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, a través del Instituto Navarro de la Memoria, se ha iniciado con la prospección de los cementerios de Ansoáin y de Berriozar.
En el primero de ellos, se ha localizado un cuerpo enterrado en el exterior, junto al muro, que será exhumado en breve. No se tiene seguridad sobre su identidad, pero se trabaja con la hipótesis de que corresponda a uno de los presos del Fuerte que fallecieron por enfermedad y fueron enterrados en ese cementerio, y que fueron reconocidos a través de una placa con todos los nombres que la asociación Txinparta-Fuerte de San Cristóbal instaló en el lugar, así como en otros cementerios de la falda del monte Ezkaba.